La manera en la que se alimentaban nuestros antepasados revelan pistas y datos de cómo las diferentes culturas consumían alimentos fermentados como apoyo para la salud intestinal y general. O incluso podemos preguntarles a los coreanos y japoneses que se han inclinado por este proceso de preservación por generaciones. Entonces, ¿será que debemos consumir más chucrut (col fermentada) o encurtidos como los pepinillos que nos dan en las hamburguesas? Acá la respuesta: sí.
Antes que nada, ¿qué son los alimentos fermentados? Pues, son aquellos en cuyo proceso de elaboración, microorganismos como hongos y bacterias han tenido participación para brindarles un sabor, olor y consistencia distinto. Este proceso ha sido muy utilizado desde la antigüedad debido a que incrementa la vida útil de un alimento, además de que intensifica algunas de sus propiedades nutricionales. Pues ahora está empezando a ser considerada como una fuente importante de “bacterias amigas”. Ojo, sabemos que permitir que bacterias se reproduzcan durante unos meses en un frasco sellado no suene de lo mas apetecible, pero créenos que tiene mucho a su favor.
El nutriólogo y autor estadounidense Sandor Ellix Katz menciona en su libro Wild Fermentation las bondades y los beneficios que tendrás al consumir este tipo de alimentos. Retomando el término de “bacterias buenas” –los famosos probióticos-, Sandor explica qué estos microorganismos se mantienen intactos durante el proceso digestivo, colonizando el intestino y estabilizando la flora al adherirse a la mucosa. Lo que se traduce en una buena digestión y otros beneficios en general. ¿Cómo cuáles? Estímulo de las defensas naturales, una mayor producción de vitaminas, enzimas, disminución de los síntomas de intolerancia a la lactosa, entre otros.
Los alimentos fermentados vienen en muchas formas, por ejemplo, yogurt, crema agria, salsas picantes y encurtidos. También está el chukrut, el kimchi (clásico de la comida coreana obtenido a través de la fermentación de la col china) y la bebida kombucha. Incluso el vino y la cerveza podrían incluirse en esta nomenclatura. Es por eso que las dietas asiáticas parecen inducir a una mejor salud intestinal. No es sorpresa que las dietas occidentales –donde abunda el azúcar y los alimentos procesados- se necesiten añadir probióticos para completar el “pantano de bacterias” del intestino.
Hoy en día entendemos la importancia de tener un ecosistema bacteriano saludable pues sabemos que un entorno muy pulcro puede ser peligroso –sí, tu cuerpo necesita ensuciarse-, por lo que es momento de hacer las paces. Los alimentos fermentados serán esta ayuda que tu organismo necesita. Si no sabemos ni por dónde empezar, no te preocupes. Tenemos una lista de alimentos fermentados que puedes comprar fácilmente y que te encantarán.