Si te duele la espalda, el cuello, los hombres y hasta las caderas sin haber hecho nada de ejercicio, entonces puedes culpar al estrés de tus males. ¿La buena noticia? Sabemos cómo repararlo.
Este terrible síntoma que nos pone los nervios de punta se manifiesta de forma diferente en cada persona. Aunque varía dependiendo las reacciones de cada uno de nosotros, existen varias zonas que son un común denominador. Lauren Roxburgh, especialista en alineamiento y estructuración integral corporal, se ha dedicado a investigar cuáles son las partes del cuerpo en las que se manifiesta el estrés y las formas de erradicarlo. “Lo que he observado en miles de mis clientes es que todas las tensiones que tienen se manifiestan en dolores, bloqueos, rigidez y parálisis de ciertas zonas. Existen partes específicas del cuerpo en donde se hacen más presentes y me gusta llamarlas contenedores de estrés. La buena noticia es que podemos detectarlas y trabajar en ellas para eliminarlas”, asegura Lauren.
Las cinco zonas conocidas como contenedores de estrés son:
Si eres de los que se pone de malas y aprieta los dientes, entonces esta es una de tus zonas problemáticas. Lo que sucede es que al meter presión en la boca, el cuello se comprime y la cara se tensa. Además de generar arrugas prematuras y desgaste de los dientes, te dan dolores en cabeza y cuello.
Toma los dedos índice de las manos. Aprieta en el cachete sintiendo los dientes desde el exterior y realiza movimientos circulares. Sentirás como la circulación mejora en la cara y la tensión baja.
Es la zona más común donde acumulamos estrés. Es muy fácil detectarlo. Los hombros se elevan, la espalda se comprime, el rostro se va hacia adelante y se forma una postura un poco jorobada. Claramente el dolor es terrible ya que se forman nodos.
Inhala mientas alzas los hombros. Al exhalar avientas los hombres hacia atrás y hacia abajo realizando un movimiento circular. Hazlo todas las veces que lo necesites hasta que sientas cómo el peso se empieza a liberar de los hombros.
Aunque muchos no lo crean, es uno de los lugares más comunes donde se junta el estrés. La forma más común de darte cuenta cuando lo haces, es si comprimes los hombros, metes el pecho y haces como si protegieras tu corazón con tu caja torácica. Esto genera problemas al respirar y agotamiento.
Pon las manos y los dedos sobre las costillas. Comienza a usar los dedos para masajear las costillas. Inhala profundamente y abre el diafragma. Exhala lentamente sin dejar de masajear. Repítelo 5 veces.
¿Hinchada sin saber por qué?¿Te duele el estómago y los retortijones te matan? Todos estos son síntomas de estrés acumulado en el área abdominal. Lo peor es que si sigues sin liberarlo, aumentar de peso puede ser una de las consecuencias.
Abre tus manos y colócalas encima de la panza. Inhala fuertemente, enfocándote en llevar el aire al estómago e inflarlo. Sácalo y aprieta duramente con las manos hasta sacar todos. Esto hará que se desestrese esta zona.
Casi nadie nota lo complicado que puede ser esta parte y la cantidad de problemas derivados por el estrés acumulado ahí. Dolores en la espalda baja, cadera trabada y hasta piernas chuecas son efectos secundarios si no liberas toda la tensión.
Siéntate con las rodillas al frente y los pies atrás. Lo más importante es que tengas la espalda erguida. Una vez que estés en la postura, avienta los glúteos y recárgalos sobre los pies. Ligeramente mueve la cadera hacia la derecha y la izquierda durante 3 minutos.