El amaranto es una semilla originaria de América, y como información extra, su nombre científico es Amaranthus y pertenece a la familia Amaranthaceae. Es un producto endémico de México que posee un alto valor nutricional y ofrece grandes beneficios al cuerpo humano. Por si no lo sabías, también es uno de los cultivos más antiguos de la humanidad, ya que los incas, mayas y aztecas lo utilizaban para su alimentación.
En México, regiones como Morelos, Tehuacán Puebla y Tlaxcala, son las principales que distribuyen y exportan amaranto a otros países en el mundo. Las condiciones del cultivo del amaranto y sus propiedades nutricionales lo convirtieron en una producción muy importante para esos pueblos. Su potencial alimentario ha extendido su cultivo por el mundo, al tiempo que se ha ido integrando a la dieta de las personas.
El grano de amaranto está considerado como un superalimento. Al igual que la quinoa, es un pseudocereal, con los que comparte propiedad similares. La planta crece muy rápido y aguanta muy bien la sequía por lo que es una cosecha con muchas oportunidades en Centroamérica y Sudamérica, en países como Perú y en las regiones altas de Ecuador, Bolivia y Argentina.
La ONU lo ha considerado como el mejor alimento de origen vegetal para los humanos, sobre todo por la cantidad de proteínas que contiene. De hecho, formaba parte de la base de la alimentación de las culturas prehispánicas de América y se utilizaba en los rituales religiosos que se ofrecían a los dioses, mezclado con miel.
Grandes organizaciones como la NASA calificaron al amaranto como un cultivo CELLSS (Controlled Ecological Life Support System) ya que la planta del amaranto (Amaranthus cruentus) remueve el dióxido de carbono de la atmósfera y, al mismo tiempo, genera alimentos, oxígeno y agua para los astronautas.
Además, un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, realizado en 1975, incluyó al amaranto entre los 36 cultivos más prometedores del mundo. Desde entonces, crecieron significativamente las investigaciones para conocer todos sus nutrientes y algunas han descubierto que:
Estos son algunos de los beneficios que puede traer el amaranto si lo incluyes a tu dieta diaria:
La académica Cristina Mapes Sánchez, curadora de la colección etnobotánica del Jardín Botánico de la UNAM, quien lleva a cabo una investigación sobre agricultura tradicional y plantas comestibles en México, ha estudiado el conocimiento, uso y manejo del amaranto como verdura en la Sierra Norte de Puebla. Ella explicó que durante la digestión de las proteínas se liberan péptidos, los cuales le confieren al amaranto propiedades nutracéuticas que sirven de prevención de ciertas enfermedades como la diabetes y para la regulación de la presión arterial.
Por su alto contenido en calcio (superior al de la leche), previene la osteoporosis y evita calambres musculares. Además, contiene fósforo que es imprescindible para la correcta absorción del calcio y cuyo déficit puede producir también cansancio.
El amaranto posee acción diurética (por su contenido en calcio, potasio y fibra) lo que favorece el control de la tensión arterial al disminuir la retención de líquidos. Además, por su contenido en omega-3 y esteroles vegetales, ayuda a regular los niveles de colesterol (reduce colesterol malo LDL y aumenta el bueno HDL) y triglicéridos en sangre. También, la fibra insoluble favorece la eliminación de colesterol a través de las heces disminuyendo así la absorción del colesterol ingerido en la dieta y eliminando también sales biliares que intervienen en la digestión y que contienen colesterol endógeno. Todo esto unido a su alto poder antioxidante hace que sea un alimento muy recomendable para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Es un buen aliado para perder peso, ya que su gran cantidad de fibra aumenta la sensación de saciedad. Además, al tratarse de proteínas vegetales, no supone un extra de calorías. Este grano libera carbohidratos pero, a diferencia de los simples, su absorción en nuestro organismo es lenta, es decir, durante el día podremos ir cogiendo sus calorías para convertirlas en energía y así poder aprovechar al máximo su contenido nutricional. Esta propiedad es perfecta para las personas deportistas o que entrenan en el gimnasio, ya que conseguirán tener la energía necesaria para llevar a cabo el entrenamiento. Gracias a que la absorción es lenta, se sentirán más saciados durante todo el día evitando así comer entre horas.
El amaranto es un alimento funcional que contiene flavonoides y biopéptidos con propiedades benéficas para la salud de las personas que lo consumen. Por ejemplo, la rutina es un flavonol descrito como el fitoquímico de mayor poder antioxidante, además tiene la capacidad de inhibir el desarrollo de cáncer.
Es necesario entender que el gluten, según información de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, es una proteína que se puede encontrar en algunos cereales, pero en el amaranto...
Por su alto contenido en fibra, regula la absorción de azúcares de la dieta. Y como sus carbohidratos son de lenta absorción, (bajo índice glucémico) se recomienda en dietas para diabéticos.
En la gastronomía, el amaranto se utiliza como cereal, tanto en la preparación de recetas saladas como dulces. Especialmente en la comida mexicana se pueden hacer platos y productos derivados del amaranto gracias a su versatilidad y accesibilidad. Algunas presentaciones incluyen:
Semillas de amaranto: al igual que el arroz, la quinoa o el cuscús, se puede consumir como guarnición, en ensaladas o salteado con otros alimentos. Se debe cocinar tapado y a fuego bajo durante aproximadamente 20 minutos, añadiendo entre 2,5 y 3 medidas de agua por cada medida de amaranto. También se puede utilizar para hacer snacks con mucha proteína y fibras, como palomitas de amaranto, galletas, granola, muesli y atole, o mezclar con otros productos como el cacahuate y néctar de maguey para formar dulces típicos mexicanos.
Harina: por lo general se mezcla con otras harinas para hacer bizcochos aportando un sabor agradable y una mayor cantidad de proteínas. La harina de amaranto también es una buena alternativa para preparar una salsa bechamel apta para personas celíacas, albóndigas sin carne, o hasta tamales.
Aceite: además de su agradable sabor, está en estudio su utilidad como sustituto de otras grasas comestibles para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, debido a que contiene escualeno que interfiere en la síntesis del colesterol.
Sin lugar a dudas, este es uno de los superalimentos que debes incluir en tu dieta, no solo por toda su historia y origen, sino porque puedes crear recetas sanas, ricas y sencillas. Además de comer snacks que te ayudarán a mejorar tu rendimiento y mantenerte en forma.