Nos han dicho muchas veces que al que madruga, Dios lo ayuda. Sin embargo, no todos logran despertarse temprano, y menos a la misma hora. Esto puede suceder por muchas razones: desde malos hábitos de sueño, o tal vez porque te excedes en los fines de semana y cargas con el cansancio de la fiesta durante toda la semana laboral, o quizás porque no lo has implementado como tu nuevo hábito.
¿Qué hacer para empezar a pertenecer al equipo de los madrugadores? Nosotros te vamos a brindar varios consejos para que tu reloj biológico sea tu mejor aliado y tengas la fuerza de voluntad suficiente para que puedas salir de la cama en cuanto suene tu despertador. Pero antes de eso, habrá que preguntarse, ¿por qué levantarse temprano?
Muchas personas buscan adoptar este hábito, y aunque parezca difícil, debes de saber que es una mera cuestión de constancia y adoptar buenas rutinas que te permitan aprovechar los beneficios de levantarse temprano.
Los humanos, como la mayoría de los seres vivos, estamos compuestos de cambios físicos, mentales y conductuales conocidos como los ritmos circadianos, que se ven influenciados por factores externos como la luz natural o los ruidos que hay afuera. Estos ritmos forman parte de lo que conocemos como reloj biológico.
¿Has viajado a un lugar en el cual cambia drásticamente el horario? Pues, la típica sensación de cansancio al viajar (el famoso jet lag) entre zonas horarias distintas es la señal de que nuestro ritmo circadiano sufre un desajuste. Lo mismo ocurre cuando buscamos despertarnos más temprano dentro de nuestra rutina. Nuestras horas de sueño se ven afectadas y por eso nos cuesta trabajo salir de la cama.
Sin embargo, las personas buscamos adoptar el hábito de despertarnos temprano ya que nos permite aprovechar mejor el día, pues nos han dicho que las personas alondras (esas que suelen despertarse muy temprano) son más productivas y exitosas. Tal es el caso de Tim Cook, el CEO de Apple, quien se levanta a las 3:45 AM para empezar su jornada laboral con tiempo suficiente para hacer ejercicio y revisar correos electrónicos.
Serás menos propenso a sufrir estrés o depresión. Lograrás una mejor gestión de su tiempo. Si dedicas tus primeras horas del día a hacer ejercicio y luego tus pendientes de trabajo, tendrás tiempo libre para hacer cosas que disfrutes como algún hobbie o actividad social.
Las personas matutinas (o alondras) son aquellas que su reloj biológico les permite madrugar sin problemas y se activan de forma natural desde la primera hora de la mañana. Por el contrario, los vespertinos (o búhos) tardan más en despertarse por las mañanas y sus capacidades de concentración rinden más a medida que pasa el día.
Ojo, es importante destacar que ser una persona vespertina no es totalmente negativo, sino que se trata de ritmos diferentes, donde la segregación de la melatonina (hormona del sueño) funciona de manera distinta y por eso sus patrones de sueño son distintos.
Te tenemos algunas preguntas: ¿eres de los que no logra cerrar el ojo durante la noche?, ¿te crees incapaz de cambiar la cantidad y calidad del sueño? Pues hay un estudio llamado Sleep Medicine, en el cual se demuestra que los noctámbulos pueden « “reentrenar” » sus relojes corporales para mejorar el bienestar y rendimiento. Todo es cuestión de tener hábitos saludables que nos permitan tener las horas diarias de sueño necesarias para rendir durante el día siguiente.
Si estás buscando adoptar el hábito de levantarte temprano, sigue estos útiles consejos que te ayudarán a lograr tu objetivo de levantarte temprano. ¡Sal de la cama en cuanto suene el despertador con estos tips!
Tomar una clase de Síclo, desayunar sin prisas, leer ese libro que tienes en tu repisa, meditar por 15 minutos o simplemente poder organizar mejor tu día. Tener una meta de por qué te estás levantando permitirá que te cueste menos despertarte un poco antes al día siguiente y obligarte a dormirte antes en el día anterior.
De nada sirve poner una alarma a las 6 AM si no sabemos cómo aprovechar nuestro día. Diseña una rutina que te ayude a integrar este hábito y a ponerlo en práctica. Es sólo cuestión de levantarte y actuar. Por ejemplo, puedes hacer una lista de las tareas más importantes que hacer a primera hora de la mañana. Prepara la ropa que usarás, el desayuno, tu maleta del gym y lo que necesites para no tener que hacer un doble esfuerzo al despertar.
Evita la cafeína a altas horas de la noche, procura cenar ligero, evita distracciones como ver televisión, revisar tus redes sociales, trabajar hasta tarde, etc. Cualquier dispositivo electrónico emite lo que se conoce como « luz azul» que afecta a nuestras pupilas y genera una sensación de inquietud que nos impide estar relajados para dormir. En su lugar, lee un libro, toma un té relajante, medita y desconecta de tu día.
Procura no quedarte en la cama en lo que suena tu alarma, levántate y activa tu cuerpo. Algunas personas comienzan su día con un baño de agua fría para tener más energía, mientras otros prefieren una buena sesión de ejercicio para activar su cuerpo y mente. ¿Qué mejor que empezar tu díacon una clase de Síclo, Barre, Bala, Kentro o Yo?
Forma parte de los hábitos de higiene del sueño. Se trata de ser constante y que tu cuerpo se acostumbre a cubrir las 6-8 horas de sueño. Puedes apoyarte en apps que te ayuden a despertar o a dormir lo suficiente.
Busca empezar el día con afirmaciones que te ayuden a levantarte de la cama. «Hoy será mi día» “Estoy seguro/a que algo bueno me pasará hoy”, son unos de los muchos ejemplos que puedes usar para motivar tus objetivos diarios.
Sabemos que no siempre vamos a despertarnos con buen pie, por eso las primeras semanas que practiques el levantarte temprano, procura darte una pequeña recompensa por ese logro. Un buen café, poner tu playlist favorita, un chocolate…. Lo que sea.
Con todos estos consejos y pasos podrás dejar de decir que no eres una morning person y te darás cuenta de todos los beneficios que tienen en tu día el despertarte temprano.