Antes de comenzar es muy importante que definamos la diferencia entre ocio y tiempo libre porque aunque pueden parecer muy similares, no lo son. El tiempo libre se trata, precisamente, de ese período que tenemos al terminar con nuestras tareas y responsabilidades del día a día, después del tiempo de trabajo. Así de sencillo. La idea es que si acabaste con todas tus tareas y aún te sobra tiempo libre puedas usarlo en actividades como correr, ir por un helado o ver un documental.
Ahora, el ocio es lo que hacemos dentro de ese tiempo libre, y que generalmente nos aporta una satisfacción personal e involucra las actividades que hacemos de forma libre y voluntaria. El ocio es todo eso que nos llena de satisfacción, nos gusta y nos hace sentir bien. Quizás en tu tiempo libre decidas lavar los platos, pero eso es más una tarea que una actividad de ocio. A menos que disfrutes lavar los platos.
Ojo, este concepto no es nada nuevo. El ser humano ha estudiado al tiempo libre desde hace mucho tiempo. Sus orígenes se remontan a la Grecia Clásica, en la cual los filósofos destinaban su tiempo libre a reflexionar sobre la vida, la política y en general las ciencias sociales.
Es un término de lo más antiguo. La primera definición de ocio, de la que se tiene referencia, es la aportada por Aristóteles en su obra Política y lo explica como «tiempo exento de la necesidad de labor» . Tiempo que es empleado en la contemplación y preparación para el ejercicio de la política y las artes.
Aristóteles establece la distinción entre «tiempo libre» y «ocio». El primero no implica necesariamente el segundo, sólo cuando ese tiempo libre se usa de una forma correcta y sabia puede llegar a ser ocio.
Esta diferencia es evidente en el término griego skholé, que significa tiempo de ocio e instrucción. Significado que aparecerá posteriormente reflejado en términos como «escolástico», en referencia a una filosofía o modo de vida orientado a mejorar las capacidades personales a través de la práctica disciplinada. O incluso en vocablos actualmente empleados como´«escuela», que denota su carácter instructivo y de desarrollo personal.
Sin embargo, fue Joffre Dumazedeir es considerado el pionero en los estudios del ocio, cuyas investigaciones dentro del mundo de las ciencias sociales son abordadas en universidades como el Instituto de Estudios de Ocio de Deusto, que busca promover un ocio que potencie el desarrollo personal.
Retomemos el ejemplo que mencionamos anteriormente para que lo entiendas mejor. Supón que acabas de trabajar y tienes la tarde libre. En lugar de ponerte a hacer tareas domésticas como lavar los platos, te pones a leer sobre un tema que te interesa y que te ayudará a tener un crecimiento personal. Supón que en lugar de pintarte las uñas, tomas una clase de yoga que te ayudará a tener un cuerpo físico, mental y espiritual mucho más saludable.
Hay varias áreas de la vida en las cuales puede impactar lo que hacemos dentro de nuestro tiempo libre. Te las enlistamos:
Aunque parezca que el ocio no aporta nada a nuestro desarrollo, la realidad es que es un tiempo crucial para nuestro crecimiento personal, ya que nos permite realizar nuevas actividades que ofrecen beneficios como: mejorar nuestra autoestima, relacionarnos con otras personas afines a nosotros y, en general, ofrecernos un tiempo de descanso y desconexión. En un artículo de Rodrigo Elizalde, en la Revista de la Universidad Bolivariana, también afirma que el ocio puede ser utilizado para construir conocimiento y aprendizajes. Aquel tiempo dedicado a mejorar como persona, habrá valido la pena haberlo invertido.
La vida cotidiana puede resultar abrumadora o monótona. Sin embargo, la creación de pasatiempos nos puede ayudar a evitar el aburrimiento y la creación de malos hábitos. Dentro del desarrollo de buenos hábitos, el ocio puede ayudarnos a desconectar de la rutina y promover una sensación de estrés positivo o «eustrés», ya que al desconectar de nuestras responsabilidades diarias, podemos alcanzar una mayor estabilidad emocional y a aprender a tomar la iniciativa en nuestras tareas. Algo que sin duda, mejorará tu calidad de vida. Por ejemplo, si buscamos bajar de peso o comer más saludable, nuestro ocio puede relacionarse con actividades como tomar una clase de Síclo o de Bala, aprender nuevas recetas de cocina o algún idioma, etc. La realización de actividades de este tipo, tendrá un beneficio evidente de nuestra vida.
Nos debemos desafiar para convertir parte de nuestro tiempo libre en algo productivo, para ello debemos aprender a descubrir cosas nuevas que nos hagan salir de nuestra zona de confort. Se trata de desafiar nuestros límites y dejar a un lado las excusas que ponemos ante esas cosas que queremos hacer y no decidimos.
Contar con el apoyo de amigos y familiares, descubrir personas con nuestros mismos intereses es una forma muy útil de adoptar esos pasatiempos que nunca te atreviste a hacer. Si lo haces de esta manera, te darás cuenta que será mucho más fácil.
Te presentamos 4 ideas de actividades recreativas saludables para motivarte a encontrar ese espacio de tiempo para dedicártelo y tener un tiempo recreativo verdaderamente provechoso.
Leer un libro sobre crecimiento personal. Leer por placer es una especie de formación desinteresada, pues lo que más te importa es simplemente pasar un buen rato. Si te gusta leer, te aconsejamos leer sobre temas enfocados al desarrollo social y personal para que sea algo provechoso.