Al pensar en el kiwi, seguro piensas que viene de Nueva Zelanda ¿Verdad? Pues no, es originario de China y proviene de una planta trepadora de la familia de las actinidiáceas. Sin embargo, su nombre ahora conocido mundialmente proviene de Nueva Zelanda, cuando un comerciante les encontró mucha similitud con el ave del mismo nombre propia de ese país.
Pero las maravillas de esta rica fruta no solo se quedan en su origen y en su curioso nombre, sino en todos los beneficios que el consumo de kiwi aporta a nuestra salud. ¿Estás listo para conocer más? ¡Empezamos!
¿Sabías que a pesar de que existen unas 300 variedades de arbustos en los cuales nacen los kiwis, no podemos encontrar más de 6 variedades de este fruto? Y en verdad, estas variedades pertenecen a los únicos dos tipos de kiwi, el verde y el amarillo.
Es el tipo de kiwi más conocido a nivel mundial y es una de las pocas frutas que no pierde su color verde al madurar debido a que a sus grandes cantidades de clorofila no se van al terminar de madurar. Además, tiene un sabor ácido, es jugoso y refrescante, contiene el doble de vitamina C que una naranja, sirve mucho para limpiar el paladar, especialmente luego de haber consumido alimentos grasosos, y puedes combinarlo con muchos alimentos, ya que hará un contraste increíble.
Su pulpa es de color dorado y su sabor es dulce y delicioso, al ser tan dulce es una fruta que le gusta mucho a los niños, convirtiéndose en un modo perfecto para que consuman una fruta rica, alta en nutrientes y que contiene el doble de vitamina C que un kiwi verde, es decir ¡el triple que una naranja!
Entre las múltiples propiedades del kiwi podemos decir que es una fruta rica en vitaminas, como la vitamina C ideal para que tu sistema inmune se fortalezca y así combatir los síntomas del resfriado, el doble de vitamina E que un aguacate, una gran cantidad de vitamina A, compite con el plátano en cuanto al nivel de potasio que contiene, contiene magnesio, fósforo, cromo y un alto contenido de ácido fólico, ideal para las mujeres embarazadas.
También contiene mucha fibra, lo que ayuda mucho a un buen tránsito intestinal.
Como mencionamos anteriormente, el kiwi puede ser muy beneficioso para las mujeres embarazadas y las que están amamantando, ya que es cuando la necesidad de esos nutrientes aumenta, en el embarazo el ácido fólico es muy importante para prevenir la espina bífida en el feto. Aquí te mencionamos algunos otros beneficios que el consumo de kiwi puede traer a tu vida:
Es muy importante que una persona con asma coma balanceado y variado, muchos alimentos naturales y entre ellos el kiwi es esencial, ya que debido a sus grandes cantidades de vitamina C tiene muchos beneficios para las vías respiratorias, porque tiene un efecto antiinflamatorio y antiséptico.
Si bien el kiwi es una super fruta y su valor nutricional es muy alto, tiene algunas contraindicaciones que deberías tomar en cuenta:
Ya que conversamos de los beneficios del kiwi, ahora te explicamos algunas recetas que puedes hacer para incluir esta rica fruta en tu día a día:
Ingredientes: 1 kg de kiwis maduros, 700 g de azúcar, el jugo de dos limones.
Preparación: pelar los kiwis, cortarlos en trozos pequeños descartando la parte blanca, colocarlos en una cacerola de fondo grueso con el azúcar y el jugo de limón, dejar reposar esta mezcla por 4 o 5 horas. Luego, ponerla al fuego y llevar a ebullición, dejarla cocinar por 10 minutos y eliminar la espuma que se forme. Después cocinar por 40 minutos a fuego bajo, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Para saber si está lista, pon un poquito en un plato e inclínalo hacia un lado, si no chorrea sino que se mantiene firme, está lista. Asegúrate de guardarla en frascos esterilizados y secos.
Ingredientes: 2 kiwis, 1 vasito de yogurt griego o natural, 1 cucharadita de miel, y opcional le puedes poner más frutas.
Preparación: licuar todos los ingredientes hasta que formen una mezcla homogénea, recuerda servirla con hielo para que sea más rico.
Puedes desatar tu creatividad mezclando diferentes hojas, frutas, quesos y aderezos para hacer una ensalada rica y diferente. Puede ser una rica ensalada de rúcula, pepino, un poquito de hierbabuena, nueces y kiwi con aderezo de miel y mostaza. O de lechuga romana, fresas, kiwi, espinaca y aderezo de aceite y limón. El cielo es el límite y te recomendamos que experimentes con los ingredientes y con las distintas variedades de kiwi
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