Calambres musculares, qué son y cómo tratarlos

Los calambres son espasmos musculares repentinos e involuntarios, suelen ser muy comunes y ocurren luego de realizar cualquier actividad física. Al igual, algunas personas suelen tener calambres musculares durante la noche mientras duermen, especialmente en las piernas. 

Los calambres son dolorosos y suelen durar desde unos segundos hasta varios minutos. Los calambres musculares más comunes ocurren en:

• Muslos
• Pies
• Brazos
• Abdomen
• A lo largo de la caja torácica
  

Todo el mundo puede sufrir calambres, pero suelen ser más comunes en:

• Adultos mayores
• Personas con sobrepeso
• Atletas
• Personas embarazadas
• Personas con ciertos problemas médicos como enfermedades nerviosas o de la tiroides
  

Los calambres pueden ocurrir por diversos factores y en cualquier momento, pero si se sufren con demasiada frecuencia lo recomendable es acudir a un médico, porque no es normal y lo explicaremos más adelante.

Las causas de los calambres musculares más comunes son:

1. Tensar u ocupar demasiado el músculo: estos suelen ser los más comunes ya que son calambres musculares asociados al ejercicio. Ocurren cuando no se hace un calentamiento adecuado y se pone a trabajar al músculo demasiado de forma muy abrupta, sin preparación. 
2. Compresión de los nervios por problemas de salud: si bien los calambres pueden ocurrirle a cualquier persona sin importar su estado de salud, a veces por problemas como una lesión en la médula espinal o un nervio pinzado en el cuello o espalda puede producir un dolor similar al de un calambre, y suele empeorar con el movimiento, de ser así se debe recibir atención médica. 
3. Deshidratación: esta también es una de las causas más comunes de los calambres musculares asociados al ejercicio, porque los atletas pueden deshidratarse al realizar ejercicio intenso en climas muy cálidos y sufrir estos espasmos musculares si no se hidratan correctamente. 
4. Bajos niveles de electrolitos: este factor suele ser consecuencia de la misma deshidratación. Una cantidad baja de potasio, calcio y magnesio puede causar calambres musculares, aunque también puede deberse por tener una dieta baja en estos minerales, o por el consumo de diuréticos que suelen ser recetados para controlar la presión arterial.
5. Músculos con poca irrigación sanguínea: si las arterias que hacen que la sangre fluya hacia las piernas se encuentran agotadas, pueden causar un dolor similar en los calambres en las mismas o en los pies, pero suelen desaparecer al poco rato de terminar los ejercicios. ‍
6. Embarazo: los calambres musculares suelen ser frecuentes durante el embarazo por los cambios metabólicos, vasculares y nerviosos a los que se enfrenta el cuerpo.

Las maneras más comunes de prevenir un músculo acalambrado son:

1. Estira los músculos: estira antes y después de hacer ejercicio, si tiendes a experimentar calambres nocturnos te recomendamos estirar las piernas antes de dormir, especialmente los músculos de la pantorrilla, que es donde suelen presentarse con mayor frecuencia. 
2. Mantente correctamente hidratado: la cantidad de agua que bebas a diario depende de muchos factores como tu alimentación, sexo, nivel de actividad física, clima, edad, o medicamentos que consumas, pero debes mantenerte correctamente hidratado para evitar los calambres musculares. En caso de que hayas practicado una actividad que te haya causado una sudoración excesiva, lo recomendable es consumir alguna de las muchas  bebidas deportivas que hay, para así restablecer la cantidad adecuada de electrolitos en la sangre. 
3. Evitar fármacos estimulantes: como la efedrina o pseudoefedrina (suelen encontrarse en las pastillas para adelgazar, ya que aceleran el metabolismo en los tejidos, también se utilizan para combatir el asma).
4. Evitar la cafeína: este también es un componente que deshidrata el cuerpo y está presente no solo en el café, sino en el chocolate y en algunos tés. 
5. No ejercitarse inmediatamente después de comer: ya que mucha energía del cuerpo se está centrando en digerir la comida, por lo que el cuerpo se puede sentir más pesado y a los músculos no les llega la suficiente energía para trabajar adecuadamente, por lo que se acalambran. ‍
6. No fumar: el tabaco empeora la circulación sanguínea, lo cual es un factor clave al momento de sufrir calambres musculares, ya que al restringir los vasos sanguíneos se frena un poco la llegada de nutrientes y oxígeno a los músculos. Al dejar ese hábito se presentarán con menor frecuencia.

La mejor forma de tratar los calambres musculares que entran en el marco de lo común es de forma casera, sin ningún tratamiento farmacológico. Si bien existen medicamentos que afirman servir para prevenirlo, lo cierto es que no han demostrado ser eficaces y además pueden tener efectos secundarios. Un ejemplo de esto es la quinina, que ya no se recomienda como tratamiento para los calambres porque produce vómitos, problemas de visión, zumbido en los oídos y dolores de cabeza. 

Lo mejor para tratar el músculo afectado por un calambre es hacer lo siguiente: 

• Aplicar calor y frío: el calor se debe aplicar cuando se sientan los músculos tensos, para que se suelten un poco. El frío cuando el músculo duela, para bajar su inflamación. 

• Estirar: estirar el grupo de músculos que duelen puede hacer que los espasmos dolorosos se reduzcan.

• Masajear la zona: luego de estirar, masajear suavemente la zona suele aliviar el dolor de ciertos calambres. ‍

• Estar hidratado: beber más líquidos de forma regular para evitar estar deshidratado.

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Normalmente los calambres musculares son inofensivos, sin embargo pueden haber factores que ameriten acudir a un médico con urgencia cuando:

• El dolor es demasiado intenso.
• Ocurren con demasiada frecuencia.
• La molestia no mejora con los métodos mencionados anteriormente.
• Las causas de los calambres musculares no parecen estar relacionadas al ejercicio intenso.
• El calambre se presenta con hinchazón, enrojecimiento, o alteraciones en la piel.
• Se presenta debilidad muscular.
• Hay pérdida de sensibilidad en el músculo.
• Se ha perdido una cantidad importante de fluidos, ya sea por vómitos, diarrea o sudoración excesiva.
• Se es alcohólico.

En el caso que tengas que acudir al médico por esto, te recomendamos llevar una lista de preguntas para despejar todas las dudas posibles: 

• ¿Qué puede estar causando mis calambres?
• ¿Existen otras causas posibles?
• ¿Necesito hacerme pruebas? ¿Cuáles?
• ¿Esta enfermedad es temporal o crónica?
• ¿Cuáles son mis alternativas?
• ¿Cómo podemos proceder?
  

No dudes en hacer otras preguntas que se te puedan ocurrir. También te recomendamos llevar la lista de vitaminas que sueles consumir a diario, toda la información que tengas sobre tu rutina diaria y tus antecedentes familiares.

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